domingo, 8 de mayo de 2011

Relato de una extranjera.


Palabras.. ¿dónde están? ¿dónde está lo que antes consideraba expresión? Porque incluso pensarlo me suena exagerado. De una u otra forma eso sigue formando parte de lo que le cantaba al viento (o le decía). ¿Cómo puede ser que una cultura diferente, sin embargo, de personas con 20 dedos y dos ojos, te hagan cambiar un poco la forma de ver las cosas?. No sé si es bueno o es malo, por un lado me aleja de lo que siempre he sido, por el otro me hace sentir que siempre debió ser así. Buscar el equilibrio es la parte más difícil. No quiero que las palabras metaforizadas me suenen siúticas, al contrario, que suenen como una forma diferente de expresar lo que está dentro para que ya no siga allí, escondidas, vagabundas, sin saber donde establecerse. A veces buena música, el paso rápido del tiempo o la subjetividad de éste me hace volver, pero... ¿Realmente quiero o el hábitat me consume? ¡HÁBITAT! ¿qué es eso? una palabra que escuché ayer y me pareció adecuada para el tema en conversación que se desarrollaba en el momento. Calza justo, se acomoda al ser vivo que no vive en el suyo pero que de todas maneras sabe que volverá a él. ¿Y mientras? esperar y seguir conociendo.

Am Berge tat ich stehen, und schaute in das Tal, da hab ich sie gesehen zum allerletzten Mal.